El Angel de la Guarda, de Murillo |
Se alberga este altar en el interior de una reducida capilla, enmarcada por un gablete
gótico. En su frente se encuentra la pintura de El Angel de la Guarda, pintura de Bartolomé Esteban Murillo, obra que fue pintada originariamente para el Convento de los Capuchinos de Sevilla hacia 1665 y que fue regalada a la Catedral en 1814.
En esta pintura el arte de Murillo muestra su total plenitud en cuanto a su maestría en el dibujo, a través del cual ha sabido dar a la figura del Angel una actitud de firmeza y seguridad que al mismo tiempo traduce amabilidad y confianza.
|